Mini-Cuentos : ## El Secreto de la Bruja Viejita

Minilibro El Secreto de la Bruja Viejita

La bruja Viejita vivía en una casita de chocolate en medio del bosque. Nunca salía de día, solo se la veía de noche, volando en su escoba, con su sombrero de punta y su nariz respingona. Todos los niños del pueblo la llamaban «la bruja mala», pero nadie sabía realmente por qué. Un día, un grupo de amigos, Sofía, Tomás y Lucas, decidieron ir a verla. «De seguro no es tan mala», dijo Sofía, «solo es solitaria y tiene un secreto». Caminaron por el bosque, entre árboles altos y flores coloridas. Llegaron a la casita de chocolate y llamaron a la puerta. Un pequeño gatito blanco abrió la puerta y les dijo: «Pasen, pasen, la bruja Viejita los espera». Entraron a la casita y vieron a la bruja Viejita sentada en un sillón, leyendo un libro de cuentos. Tenía una sonrisa en su cara y no parecía nada malvada. «Hola, niños», dijo la bruja Viejita, «Ustedes deben ser los amigos curiosos que quieren descubrir mi secreto». Sofía, Tomás y Lucas se sonrojaron. «Sí, es verdad», dijo Lucas. «Pero no queremos que se enoje, solo somos curiosos». «No, no, no», dijo la bruja Viejita, «mi secreto no es malo, es mágico. A la hora de la luna llena, la casita de chocolate se convierte en una nave espacial y yo viajo por el universo». Los ojos de los niños se abrieron como platos. «¿En serio?», dijo Tomás. «Sí, en serio», dijo la bruja Viejita. «Y cuando regreso, traigo cosas increíbles de otros planetas. Les voy a mostrar mi colección de estrellas de mar brillantes y cristales lunares». La bruja Viejita les enseñó su colección, que era realmente asombrosa. Los niños nunca habían visto cosas tan hermosas. De repente, la casita de chocolate comenzó a vibrar. «Es hora de irme», dijo la bruja Viejita. «Vuelvo en un par de días. Les dejo unas galletas mágicas para que se las coman. No se preocupen, no las van a convertir en sapos o en ranas, solo les darán mucha energía». La bruja Viejita se subió a su escoba y se fue volando hacia el cielo, llevando consigo su secreto mágico. Los niños se quedaron fascinados. Se comieron las galletas mágicas y les dieron mucha energía para jugar. Ahora ya sabían que la bruja Viejita no era mala, solo tenía un secreto mágico. Nunca más la llamarían «la bruja mala» y la esperarían con ansias cada vez que regresara de su viaje por el universo. ¿Cómo era la casita de la bruja Viejita? ¿Qué les enseñó la bruja Viejita a los niños? ¿Qué le pasó a la casita de chocolate a la hora de la luna llena? ¿Cómo te imaginas que eran las cosas que traía la bruja Viejita de sus viajes? ¿Cómo crees que se sintieron los niños al saber el secreto de la bruja Viejita? ¿Qué les enseñó esta historia?

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