El Regalo Invisible: Un niño que no recibe regalos de Navidad descubre que puede dar el mejor de todos: actos de bondad que nadie puede envolver. Juan vivía en un pueblecito pequeño, junto a una montaña nevada. Cada Navidad, los demás niños recibían muchos regalos, juguetes relucientes y dulces deliciosos. Él, sin embargo, solo recibía una sonrisa de su madre, y un abrazo de su padre. Juan se sentía un poco triste, creía que ser pobre era motivo para no tener ningún regalo. Sentía una punzada en el corazón cada vez que veía a los demás niños abrir sus regalos. . Un día, paseando por el bosque nevado, vio a una ardilla, llamada Pepita, atrapada en una rama cubierta de hielo. Juan, con cuidado, la liberó. Pepita, agradecida, le regaló una bellota brillante y dorada. Juan sintió una alegría que ningún juguete le había dado nunca. En ese instante, comprendió que la verdadera magia de la Navidad no estaba en los regalos materiales. Al día siguiente, ayudó a su vecina Carmen, una ancian a encantadora, a llevar sus bolsas de la compra a casa. Carmen le sonrió con cariño y le ofreció un trozo de su delicioso pastel de manzana. Juan sintió una cálida satisfacción
