Relato Infantil: El Dragón Iracundo y el Huerto de Fresas
Un dragón enorme, llamado Furioso, tenía un genio terrible. ¡Su ira era tan grande que podía hacer temblar montañas! Un día, furioso porque su castillo de nubes estaba un poco desaliñado, empezó a rugir ¡con una fuerza que hizo que las fresas del huerto real se pusieran rojas de miedo! La Princesa Risueña, una niña muy lista, se acercó. «Furioso,» dijo con una sonrisa, «¿Por qué no te tomas un descanso? Un paseo por el huerto de fresas te ayudará a calmarte». Furioso, sorprendido, aceptó. El dulce aroma de las fresas y el sol tibio lo relajó. ¡Dejó de rugir y se quedó dormido entre las plantas! Al despertar, se sentía mucho mejor.
**Preguntas:**
1. ¿Cómo era el dragón Furioso? 2. ¿Qué hizo la Princesa Risueña para ayudar a Furioso? 3. ¿Dónde se quedó dormido el dragón? 4. ¿Qué podemos aprender de la actitud de la Princesa Risueña? (Inferencia) 5. ¿Cómo te sentirías si fueras Furioso antes de ir al huerto? (Emoción)
lectura-con-emociones–el-dragn-iracundo-y-el-huerto-de-fresas.pdf
